Otzolotepec, Estado de México. El municipio de Otzolotepec se vistió de fiesta durante una semana entera al celebrar con gran entusiasmo el Décimo Festival Cultural Ocelotl 2025 y la Cuarta Feria del Helado y el Chumiate, dos eventos que del 21 al 27 de abril transformaron plazas, calles y comunidades en un mosaico de identidad, arte y sabor local.

Bajo la guía de la presidenta municipal, Sinaí Guadalupe Lugo Vargas, el festival arrancó con la inauguración del mercado artesanal y una explosión de color y música que marcó el tono de los días por venir; el espíritu del jaguar (Ocelotl, en náhuatl) cobró vida a través de danzas tradicionales, teatro, música y talleres que celebraron el orgullo indígena y el talento comunitario.
Entre los espectáculos más aplaudidos estuvieron el Grupo Alma Otomí de Temoaya, la Danza de Dragones Chinos, los cuadros regionales de escuelas locales y la participación del ballet Cri-Cri, así como de agrupaciones urbanas y folclóricas.
Las bandas escolares y el mariachi Perla pusieron el toque emotivo, mientras que artistas como Zaid Meléndez Estrada, imitador de Michael Jackson, y la Banda de la S, pusieron a todos a bailar en un ambiente familiar y festivo.
A la par, la Feria del Helado y el Chumiate ofreció una experiencia sensorial para chicos y grandes; decenas de productores locales presentaron lo mejor del helado artesanal, con sabores que iban de lo clásico a lo experimental, y del chumiate, bebida tradicional fermentada a base de maíz, ícono gastronómico de la región.

La feria fue más que un escaparate culinario: se convirtió en una plataforma para impulsar la economía local y fortalecer los lazos comunitarios.
Los visitantes pudieron participar en talleres de mixología con chumiate, elaboración de helados, dulces típicos, velas aromáticas, crochet, defensa personal, y hasta juguetes reciclados, lo que convirtió al evento en una experiencia integral para todas las edades.
Además, hubo espacio para la reflexión cultural con la lectura de cuentos otomíes, presentaciones teatrales y la presentación del libro “El Mayorazgo de los Villanueva”. Las exposiciones de tejidos tradicionales y animales exóticos también atrajeron la atención del público.
Uno de los momentos más significativos fue la entrega de la Presea Ocelotl, reconocimiento otorgado a quienes han trabajado por preservar la cultura y el patrimonio del municipio.

El festival se vivió en distintas sedes, como Villa Cuauhtémoc, Villa Seca, La Purísima, Colonia Guadalupe Victoria, San Mateo Capulhuac y Santa Ana Jilotzingo, lo que permitió que toda la comunidad participara y se apropiara de esta celebración colectiva.
El cierre fue digno de una gran fiesta, con la Carrera Clásica, la Feria de Escaramuzas y la entrega de premios; la actividad musical incluyó las presentaciones de Grupo Niche, Sonora Dinamita, Mónica Reséndiz “La Reina Andina”, entre otros.

Así, Otzolotepec no solo celebró diez años de su festival cultural, sino también la riqueza de su identidad; entre jaguares simbólicos, helado artesanal y danzas tradicionales, el municipio volvió a demostrar que sus raíces siguen vivas… y que sabe celebrar como pocos.
